¿PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD: MEDIO O FIN? (Primera Parte)
FERNANDO CORDERO CUEVA
(30-11-2016)
Mañana la ciudad de Cuenca celebra diecisiete años de su inclusión en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Pensando en los más jóvenes, es importante hacer una rápida revisión de ese proceso que terminó, felizmente, en Marraquech el 1 de Diciembre de 1999 y dio inicio a otro mas importante.
En los primeros años de la década de los ochenta, luego de la declaración de Cuenca como Patrimonio Cultural del Estado ecuatoriano, la Subdirección de Patrimonio Cultural del Austro, había contratado con la consultora C+C Consulcentro, un estudio urbanístico en El Barranco. Se trataba del “Plan de Renovación Urbana de El Barranco”. Entendíamos que la renovación urbana “como la expresión más humanística del urbanismo, tiene como pretensión, dirigir el desarrollo de las ciudades conforme a las exigencias de la población y en forma tal que la planificación del territorio y de su desarrollo económico asegure al hombre una existencia personal y en comunidad” .
Ese plan de 1984, era muy coherente y de manera explícita señalaba que muchas veces, la “renovación urbana” había sido mal entendida y usada como pretexto para desalojar y expulsar a los mas pobres pero que ese no era el caso en El Barranco.
En la presentación pública del estudio se había puesto mucho cuidado y esfuerzo en lo comunicacional. Se estrenó una primera multimedia, con: dispositivas en “proyectores carrusel”, sincronizadas con música y textos grabados -leídos por Jorge Piedra Ledesma – También se realizó una exposición de dibujos de gran formato, elaborados por César Burbano Carvallo, que mostraban las fachadas de “El Barranco” desde la calle larga y desde la 12 de abril. El Alcalde de la época, Pedro Córdova, en su discurso expresó con mucho entusiasmo: “…desde ya, estos dibujos, son Patrimonio Cultural de la Ciudad”.
Emocionado y con el salón de la ciudad repleto me tocó intervenir, a nombre del equipo técnico. Sugerí que El Barranco al combinar en forma muy singular: arquitectura, topografía y vegetación, con el río Tomebamba, era tan importante para Cuenca que podría ser considerado patrimonio cultural del Ecuador y ¿porqué no? “Patrimonio cultural de la humanidad”. La mitad de la gente, se rió… la otra mitad se quedó callada.
En los siguientes 12 años no dejamos de proponer debates y discusiones tendentes a poner en valor el patrimonio cultural y natural de Cuenca. En 1995 se incluyó, en el Plan “Nueva Ciudad” 1996-2000, como uno de sus objetivos: Preservar, proteger y mejorar la gestión integral del patrimonio arquitectónico y de nuestras áreas históricas. Siempre la eventual inclusión en la lista del patrimonio mundial lo imaginé como un medio y no como un fin (continuará mañana)