Fernando Cordero Cueva
2 /12/2022
Según una publicación de diario “El Comercio”, Ecuador, en 2022, ha recibido más ingresos de los presupuestados, debido a incrementos en la recaudación tributaria y altos precios del petróleo.
Contradictoriamente, el nivel de gasto del gobierno, no superaba el 50% a septiembre -faltando apenas tres meses para cerrar el año fiscal-. Ese mismo medio de comunicación señala que “de las 26 entidades adscritas a la Función Ejecutiva, el gasto llega al 38,7%. Los ministerios de Desarrollo Urbano y Vivienda, el de Energía y Recursos Naturales No Renovables y la Secretaría de Gestión y Desarrollo de Pueblos y Nacionalidades registran una ejecución menor al 10%.”
MAL DE MUCHOS…CONSUELO DE BOB…
La falta de ejecución presupuestaria en el caso de las cinco funciones del Estado se convierte en “saldos de caja” que se pierden y regresan al Ministerio de Finanzas, por cuanto suponen en esa cartera de Estado que “no necesitan” esos recursos y que ellos podrían asignarlos a otras entidades que “si los necesitan”. Esta mala costumbre parece estar arraigada en todas las entidades públicas, incluyendo a todos los gobiernos autónomos descentralizados,GAD, que, por ventaja, “no pierden” esos recursos sino que alimentan con ellos el presupuesto del siguiente año. Los “saldos de caja”, en el caso de los GAD, se convierten en fondos de financiamiento, junto con empréstitos, cuentas por cobrar, anticipos contractuales y otros.
Los GAD municipales también cobran impuestos a sus ciudadanos para, supuestamente, mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo vemos con asombro que dichas entidades también se quedan con “ plata guardada”: por tacaños, inútiles o quizá por las dos condiciones. He realizado un análisis de los ingresos y gastos realizados en los últimos 21 años por todos los gobiernos autónomos descentralizados municipales y he comparado los “saldos de caja” con los“ingresos propios” que nos cobraron cada año y salen de los bolsillos de todos y cada uno de los ciudadanos residentes en cada cantón -corresponden a: impuestos, tasas, contribución de mejoras, multas, etc.- Los resultados son sorprendentes. (ver gráfico)
Los fondos de financiamiento que usaron en el 2.000, entre todas las municipalidades, llegó a 65 millones de dólares y de ellos 60 millones fueron “saldos de caja” (92%). En el año 2020 los fondos de financiamiento se incrementaron a 1.774 millones de dólares (se multiplicaron por 27,3 veces) y de ellos 943 fueron “saldos de caja” (53%).
Lo más dramático resultó comparar lo que entre todas las municipalidades nos cobraron cada año a todos los ciudadanos (registrados en los presupuestos como “fondos propios”). En el año 2.000 el “saldo de caja”, esto es la plata que pese a que nos cobraron no la usaron representó el 68% de los “ingresos propios” y en el año 2.020 el “saldo de caja” correspondió a un vergonzoso 92% de los “ingresos propios” (943 millones de dólares) que se quedaron guardados en la “reserva monetaria” en algún lejano país junto con los miles de millones dólares guardados por el gobierno nacional, mientras en Ecuador, en vísperas de elecciones y de una nueva consulta popular todos nos hablan de “reactivación económica”, “fin de la inseguridad”, “más democracia” y otros hermosos escenarios, que al parecer, nadie los cree posibles mientras subsistan los tacaños e inútiles.