CANTONALISMO (III parte)
En los últimos 10 años,no hemos tenido ningún alcalde comprometido, seriamente, con la descentralización y la autonomía municipal
FERNANDO CORDERO CUEVA
18/02/2019
En 18 años del siglo XXI se han creado seis cantones. Desde el 2008, no se ha creado ninguno. ¡Al fin!, parece que nos curamos de la “cantonitis” crónica. La Constitución de Montecristi detuvo el CANTONALISMO y apuesta por un Estado unitario que se GOBIERNE DESCENTRALIZADAMENTE. Propone un modelo de gestión descentralizado con competencias exclusivas para todos los gobiernos sub-nacionales: regionales, provinciales, cantonales y parroquiales. En múltiples artículos incluye principios para la DESCENTRALIACION y AUTONOMÍA de esos gobiernos sub-nacionales. Para ratificar esa voluntad política explícita, les denomina “GOBIERNOS AUTÓNOMOS DESCENTRALIZADOS”.
Lo señalado no significa que el CENTRALISMO desapareció en el 2008. Sin embargo fue muy importante que se hayan creado disposiciones constitucionales, para desarrollar la DESCENTRALIZACION y enfrentar dieciocho décadas de centralismo.
Algunas normas constitucionales para la descentralización son verdaderos avances teóricos y conceptuales. Pese a ello, en mas de diez años de vigencia constitucional, la descentralización, en la mayoría de temas, no ha pasado de una importante decisión de la Asamblea Constituyente. Para gobernarse descentralizadamente, el país tendrá que dar duras batallas contra las mil caras del centralismo. Los alcaldes de los dos últimos períodos tuvieron mandatos ampliados de 5 años -muchos fueron reelectos-. Mas allá de la trillada frase electoral, “lucha contra el centralismo”, no hemos tenido ningún alcalde comprometido, seriamente, con la descentralización.
El CANTONALISMO no pudo ser eliminado por la Constitución 2008. En su lugar se propone crear MANCOMUNIDADES que fortalezcan los gobiernos cantonales. Siendo una estrategia adecuada habrá que establecer incentivos, con recursos económicos adicionales, para impulsarlas. Por ejemplo, con dos puntos porcentuales del IVA, destinados a las mancomunidades -sin necesidad de incrementar ese impuesto-, en 10 años, se podrían eliminar muchos desequilibrios territoriales. Todos los habitantes urbanos y rurales del Ecuador, tendrían atendidas sus necesidades de: agua potable, eliminación de aguas residuales, recolección y destino final de basura, servicio de transporte público, internet y telefonía. En las mancomunidades las mayores inversiones se concentran en los que menos tienen ya que el objetivo es atender al 100% de ciudadanos, empezando con los que tienen mas necesidades insatisfechas.