FERNANDO CORDERO CUEVA
9 de septiembre de 2023
En lugar del eje Izquierda-Derecha que dividía al mundo, hasta hace pocos años, en dos grandes grupos -los mayores de 50 años aún entienden de que se trataba esa división- hoy, de mejor manera y sobre todo con renovadas esperanzas, el nuevo eje de nuestro quehacer humano tiene en el un extremo a la comunidad y en el otro al individuo.
SOLO HAY DOS GRUPOS
Quienes fundamos Nueva Ciudad y Nuevo País hace 28 años señalábamos en 1995, que los ecuatorianos no estamos divididos en 18 o más grupos conforme sugería en esos años la existencia de ese número de partidos políticos, ni tampoco estamos hoy fraccionados en 250 o más grupos que la ley les llama partidos y movimientos políticos. La realidad es totalmente diferente, veamos.
Cada cuatro años y especialmente cuando hay “segunda vuelta” para elegir presidente se evidencia la existencia de apenas dos grupos: aquellos que desean que el desarrollo del país y su potencial riqueza social llegue a manos de unos pocos individuos, que no pasan del 5%, y otros que consideramos que todoslos ecuatorianos, es decir el 100%, debemos participar en el desarrollo del país y ser beneficiarios, con justicia, equidad y solidaridad, de su riqueza social. A partir de estos dos grupos antagónicos surgen una serie de subgrupos que fundamentalmente discrepan sobre todo en el ¿cómo hacer? antes que en el ¿qué hacer?
En lugar del eje Izquierda-Derecha que dividía al mundo, hasta hace pocos años, en dos grandes grupos -los mayores de 50 años aún entienden de que se trataba esa división- hoy, de mejor manera y sobre todo con renovadas esperanzas, el nuevo eje de nuestro quehacer humano tiene en el un extremo a la comunidad y en el otro al individuo.
¿QUIÉN ES QUIÉN?
Los que estamos en el hemisferio de la comunidad, tratándose de temas del desarrollo nacional y el mejoramiento de las condiciones de vida de todos los ecuatorianos buscaremos siempre que los 18 millones de compatriotas -de manera especial los más pobres- mejoren objetivamente sus condiciones de vida accediendo a empleo adecuado, educación pública gratuita y de calidad, servicios básicos de agua, alcantarillado, recolección de residuos, transporte público seguro y eficiente, internet gratuito para estudiantes y profesores, áreas verdes y espacios públicos seguros de día y de noche, seguridad social universal, entre otros. Los que están en el hemisferio del interés individual hoy no tienen ninguna vergüenza de seguir repitiendo frases: “estado obeso”, “gasto público excesivo”, “la inversión pública hay que sustituirla con inversión privada”, “el IESS pronto va a quebrar” para justificar el desmantelamiento de lo público, agregando ahora, que ni la salud, ni la educación pueden seguir en manos del Estado y deberán privatizarse -Los profesores para mantener su empleo deberían endeudarse y comprar los activos al Estado-. También proponen seguir reduciendo el Estado mediante la privatización de todos los servicios públicos, la eliminación de todo tipo de subsidios, la privatización de la seguridad social, la reducción de la inversión pública por debajo de los escuálidos niveles que se han observado en los últimos 6 años y que es una de las razones para el pavoroso incremento de la inseguridad y el desempleo que hoy nos tiene paralizados y ha generado un nueva “ola migratoria” similar a la de 1999-2000.
EFECTOS DE LAS CAMPAÑAS DE DIFAMACIÓN DE LA POLITICA
Es obvio que siempre habrá entre estos dos polos opuestos una lucha permanente y que, justamente, la política bien entendida es y será la más noble condición humana que podemos exhibir los hombres y mujeres del siglo XXI para: negociar conflictos, conseguir consensos, subordinar nuestros egos a los intereses de la comunidad, estimular acciones que beneficien a grupos amplios antes que a pequeños intereses, evitar que los intereses de muy pocos puedan afectar a la mayoría, es decir para conseguir que prevalezca el bien común sobre el interés individual.
Lamentablemente campañas mediáticas orquestadas desde dentro y fuera del país y claramente sesgadas hacia el hemisferio individualista y en lo social y económico orientadas por el neoliberalismo han desprestigiando a la política -sin separar la paja del trigo- provocando que hoy, mas del 90% de ecuatorianos no quieren saber nada de la política y los políticos, cayendo adicionalmente en la paradoja de propiciar que ellos, -el 90% que no cree en la política- elijan a quien debe conducir los destinos sociales y económicos de nuestra patria, es decir a quien lleva las riendas políticas del país.
Claro que esta expresión política-electoral no es una decisión personal autónoma, especialmente de los más jóvenes, sino el resultado perverso de campañas sistemáticas para despolitizar nuestras vidas y convertir a las elecciones en un espacio obligatorio pero carente de sentido político-ideológico en el que el que más miente y ofrece gana votos y gana las elecciones y luego se olvida de sus promesas, hasta la próxima campaña.
¿POR QUIÉN Y POR QUÉ VOTAR EL 15 DE OCTUBRE?
Este 15 de octubre tenemos que elegir entre el hemisferio de la comunidad y el hemisferio del individualismo y más que votar por las personas que representan a cada una de estas corrientes vamos a escoger entre la esperanza de cambio y más de lo mismo, que hemos vivido o sobrevivido durante los últimos seis años y medio.
Haciéndole caso a mi conciencia, sintiéndome parte del hemisferio de la comunidad y pensando en el futuro, mi voto -no como un cheque en blanco sino con esperanza de que lo bueno se repita y lo malo se corrija o cambie- ya está decidido por lista 5, revolución ciudadana.
¿En qué hemisferio está usted? Si está en el de la comunidad, no se contente con votar, involúcrese en sus problemas y soluciones para recuperar la política como una acción noble y desinteresada que necesita igual o más cambios que nuestro propio país.