CONSTITUYENTE A LA VISTA
Es obvio que la propuesta de Trujillo es una combinación de miedo al juicio de la historia con aspiraciones de la partidocracia que quiere que la Asamblea Nacional vuelva a la época del “toma y daca” en la “elección” o reparto de las diferentes funciones y autoridades del Estado.
FERNANDO CORDERO CUEVA
16/04/2019
16/04/2019
Desde que el presidente del CPCCS-T, amplificado por algunos medios de comunicación, señaló, pomposamente, que "se ha de entender que en el caso de que hubiere algún conflicto entre nuestras decisiones y la Constitución ha de prevalecer la norma creada por nosotros", asistimos cotidianamente a las mas inverosímiles muestras de cinismo y quebrantamiento del “Estado constitucional de derechos y justicia, social”. El mismo funcionario de marras, luego de un año de imponer su “regalada gana” -desbaratando toda la institucionalidad del Estado, como consecuencia de la inconstitucional consulta popular de 2018- en nombre de un supuesto movimiento de “transición”, que no es otra cosa que la mas burda traición al programa de gobierno por el cual voto el Ecuador el 2 de abril de 2017, propone eliminar el CPCCS, recientemente elegido, por votación directa y secreta el 24 de marzo de 2019 CPCCS -proceso sobre el que pesan tantas dudas que el propio CNE acudió a fiscalía a denunciar un fraude electoral. Es obvio que la propuesta de Trujillo es una combinación de miedo al juicio de la historia con aspiraciones de la partidocracia que quiere que la Asamblea Nacional vuelva a la época del “toma y daca” en la “elección” o reparto de las diferentes funciones y autoridades del Estado.
Las atroces violaciones del Estado constitucional de derechos y justicia, se cuentan por cientos: “Vacancia Constitucional”; elección a “dedo” de un CNE transitorio; elección de nuevo CNE, violando la Constitución; inventan una supuesta quiebra del IESS para buscar su privatización; atentando contra los derechos de niños y jóvenes califican de “acción demagógica” el que se atienda y cuide la salud de los menores de 18 años; politiqueros, ávidos de notoriedad, califican de corrupto, terrorista, conspirador a cualquier persona, sin ninguna prueba. Hay una cacería de brujas impulsada por altas autoridades que obligan a empleados públicos a la delación y la denuncia de funcionarios “correistas” -a los que han decidido botarles de sus trabajos, negarles todo tipo de méritos, impedirles que ganen algún concurso, en suma “matarles de hambre” y atormentar a sus familias-. Se violan tratados internacionales y se permite a un país extranjero ingresar en nuestro territorio (la embajada) para apresar a Julián Assange, al que Ecuador, le concedió asiloy este gobierno le dio la nacionalidad ecuatoriana. Cierta prensa agiganta las “denuncias” o las minimiza y diluye, dependiendo del “denunciado”. Se suplanta en la televisión y la radio a la Fiscalía y se viola el principio constitucional que establece que “Se presumirá́ la inocencia de toda persona, y será tratada como tal, mientras no se declare su responsabilidad mediante resolución firme o sentencia ejecutoriada ¿a dónde vamos?. ¡No podemos seguir en una competencia de acusaciones que van minando la credibilidad de todos!.
Tenemos que recuperar la vigencia del “Estado constitucional de derechos y justicia, social”. Cada día se vuelve mas urgente pensar en una nueva Asamblea Constituyente que separe la paja del trigo y vuelva a darnos esperanza de un futuro planificadoque busque el buen vivir para todos los ecuatorianos, pero particularmente para los mas pobres y vulnerables.
Mientras vamos a esa Asamblea Constituyente, todos debemos guiarnos, acatar y defender la constitución de Montecristi que ha sido calificada dentro y fuera del país como la pionera en la defensa de derechos. Su texto incluye 72 artículos constitucionales que protegen nuestros derechos y los de la naturaleza y nueve principios que rigen el ejercicio de esos derechos. Los sintetizamos a las imágenes adjuntas.
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